Ley de la gravitación universal
Bernard
Cohen afirma que “El momento culminante de la Revolución científica fue el
descubrimiento realizado por Isaac Newton de la ley de la gravitación
universal.” Con una simple ley, Newton dio a entender los fenómenos físicos más
importantes del universo observable, explicando las tres leyes de Kepler. La
ley de la gravitación universal descubierta por Newton se escribe.
Actuación política
En 1687
defendió los derechos de la Universidad de Cambridge contra el impopular rey
Jacobo II, que intentó transformar la universidad en una institución católica.
Como resultado de la eficacia que demostró en esa ocasión fue elegido miembro
del Parlamento en 1689 cuando el rey fue destronado y obligado a exiliarse.
Mantuvo su escaño durante varios años sin mostrarse muy activo durante los
debates. Durante este tiempo prosiguió sus trabajos de química. Se dedicó
también al estudio de la hidrostática y de la hidrodinámica, además de
construir telescopios.
Después de
haber sido profesor durante cerca de treinta años, Newton abandonó su puesto
para aceptar la responsabilidad de Director de la Moneda en 1696. Durante este
periodo fue un incansable perseguidor de falsificadores, a los que enviaba a la
horca, y propuso por primera vez el uso del oro como patrón monetario. Durante
los últimos treinta años de su vida, abandonó prácticamente toda actividad
científica y se consagró progresivamente a los estudios religiosos. Fue elegido
presidente de la Royal Society en 1703 y reelegido cada año hasta su muerte. En
1705 fue nombrado caballero por la reina Ana, como recompensa a los servicios
prestados a Inglaterra.
Alquimia
Newton
dedicó muchos esfuerzos al estudio de la alquimia. Escribió más de un millón de
palabras sobre este tema, algo que tardó en saberse ya que la alquimia era
ilegal en aquella época. Como alquimista, Newton firmó sus trabajos como Jeova
Sanctus Unus, que se interpreta como un lema anti-trinitario: Jehová único
santo, siendo además un anagrama del nombre latinizado de Isaac Newton, Isaacus
Neuutonus - Ieova Sanctus Unus.
El primer
contacto que tuvo con la alquimia fue a través de Isaac Barrow y Henry More,
intelectuales de Cambridge. En 1669 redactó dos trabajos sobre la alquimia,
Theatrum Chemicum y The Vegetation of Metals. En este mismo año fue nombrado
profesor Lucasiano de Cambridge. También es conocida su aficiliación a la
Rosacruz[cita requerida] figurando sus notas en el margen de una edición original
de la Fama Fraternitatis.
En 1680
empezó su más extenso escrito alquímico, Index Chemicus, el cual sobresale por
su gran organización y sistematización. En 1692 escribió dos ensayos, de los
que sobresale De Natura Acidorum, en donde discute la acción química de los
ácidos por medio de la fuerza atractiva de sus moléculas. Es interesante ver
cómo relaciona la alquimia con el lenguaje físico de las fuerzas.
Durante la
siguiente década prosiguió sus estudios alquímicos escribiendo obras como
Ripley Expounded, Tabula Smaragdina y el más importante Praxis, que es un
conjunto de notas de Triomphe Hermétique de Didier, libro francés cuya única
traducción es del mismo Newton.
Cabe
mencionar que desde joven Newton desconfiaba de la medicina oficial y usaba sus
conocimientos para automedicarse. Muchos historiadores consideran su uso de
remedios alquímicos como la fuente de numerosos envenenamientos que le
produjeron crisis nerviosas durante gran parte de su vida. Vivió, sin embargo,
84 años.
Teología
Newton fue
profundamente religioso toda su vida. Hijo de padres puritanos, dedicó más
tiempo al estudio de la Biblia que al de la ciencia. Un análisis de todo lo que
escribió Newton revela que de unas 3.600.000 palabras solo 1.000.000 se
dedicaron a las ciencias, mientras que unas 1.400.000 tuvieron que ver con
teología.19 Se conoce una lista de cincuenta y ocho pecados que escribió a los
19 años en la cual se puede leer "Amenazar a mi padre y madre Smith con
quemarlos y a la casa con ellos".
Newton era
arrianista20 y creía en un único Dios, Dios Padre. En cuanto a los trinitarios,
creía que habían cometido un fraude a las Sagradas Escrituras y acusó a la
Iglesia Católica Romana de ser la bestia del Apocalipsis. Por estos motivos se
entiende por qué eligió firmar sus más secretos manuscritos alquímicos como
Jehová Sanctus Unus: Jehová Único Dios. Relacionó sus estudios teológicos con
los alquímicos y creía que Moisés había sido un alquimista. Su ideología
antitrinitaria le causó problemas, ya que estudiaba en el Trinity College en
donde estaba obligado a sostener la doctrina de la Trinidad. Newton viajó a
Londres para pedirle al rey Carlos II que lo dispensara de tomar las órdenes
sagradas y su solicitud le fue concedida.
Cuando
regresó a Cambridge inició su correspondencia con el filósofo John Locke.
Newton tuvo la confianza de confesarle sus opiniones acerca de la Trinidad y
Locke le incitó a que continuara con sus manuscritos teológicos. Entre sus
obras teológicas, algunas de las más conocidas son An Historical Account of Two
Notable Corruption of Scriptures, Chronology of Ancient Kingdoms Atended y
Observations upon the Prophecies. Newton realizó varios cálculos sobre el
"Día del Juicio Final", llegando a la conclusión de que este no sería
antes del año 2060.
Relación con otros científicos contemporáneos
En 1687,
Isaac Newton publicó sus Principios matemáticos de la filosofía natural.
Editados 22 años después de la Micrografía de Hooke, describían las leyes del
movimiento, entre ellas la ley de la gravedad. Pero lo cierto es que, como
indica Allan Chapman, Robert Hooke “había formulado antes que Newton muchos de
los fundamentos de la teoría de la gravitación”. La labor de Hooke también estimuló
las investigaciones de Newton sobre la naturaleza de la luz.
Por
desgracia, las disputas en materia de óptica y gravitación agriaron las
relaciones entre ambos hombres. Newton llegó al extremo de eliminar de sus
Principios matemáticos toda referencia a Hooke. Un especialista asegura que
también intentó borrar de los registros las contribuciones que éste había hecho
a la ciencia. Además, los instrumentos de Hooke —muchos elaborados
artesanalmente—, buena parte de sus ensayos y el único retrato auténtico suyo
se esfumaron una vez que Newton se convirtió en presidente de la Sociedad Real.
A consecuencia de lo anterior, la fama de Hooke cayó en el olvido, un olvido
que duraría más de dos siglos, al punto que no se sabe hoy día donde se halla
su tumba.
Últimos años
Los últimos años de su vida se
vieron ensombrecidos por la desgraciada controversia, de envergadura
internacional, con Leibniz a propósito de la prioridad de la invención del
nuevo análisis. Acusaciones mutuas de plagio, secretos disimulados en criptogramas,
cartas anónimas, tratados inéditos, afirmaciones a menudo subjetivas de amigos
y partidarios de los dos gigantes enfrentados, celos manifiestos y esfuerzos
desplegados por los conciliadores para aproximar a los clanes adversos, sólo
terminaron con la muerte de Leibniz en 1716.
Padeció
durante sus últimos años diversos problemas renales, incluyendo atroces cólicos
nefríticos, sufriendo uno de los cuales moriría -tras muchas horas de delirio-
la noche del 31 de marzo de 1727 (calendario gregoriano). Fue enterrado en la
abadía de Westminster junto a los grandes hombres de Inglaterra.
No sé cómo
puedo ser visto por el mundo, pero en mi opinión, me he comportado como un niño
que juega al borde del mar, y que se divierte buscando de cuando en cuando una
piedra más pulida y una concha más bonita de lo normal, mientras que el gran
océano de la verdad se exponía ante mí completamente desconocido.
Fue
respetado durante toda su vida como ningún otro científico, y prueba de ello
fueron los diversos cargos con que se le honró: en 1689 fue elegido miembro del
Parlamento, en 1696 se le encargó la custodia de la Casa de la Moneda, en 1703
se le nombró presidente de la Royal Society y finalmente en 1705 recibió el
título de Sir de manos de la Reina Ana.
La gran obra
de Newton culminaba la revolución científica iniciada por Nicolás Copérnico
(1473-1543) e inauguraba un período de confianza sin límites en la razón,
extensible a todos los campos del conocimiento.